Llegó el esperado sábado 18 de febrero, las montañeras nos reunimos una vez más en el colegio dispuestas a coronar lo más alto de la Sierra de Madrid. En este día teníamos como meta La Peñota. Llegamos en autobús hasta el pueblo de Cercedilla, nada más bajar del autobús hicimos el ofrecimiento de obras para poner el día a los pies del Señor y de la Virgen. Y como es costumbre comenzamos a nuestra subida con un rato de oración.
Todas esperábamos encontrar mucha nieve, pero al principio no se veía nada. Tardamos un rato, pero poco a poco, a medida que subíamos aparecieron cada vez más zonas blancas. Nos faltó tiempo para sacar las capas de agua en cuanto vimos una buena cuesta, estuvimos un buen rato deslizándonos por la nieve de todas las formas posibles mientras se veían bolas de nieve volando de un lado a otro. Después de esta paradita seguimos subiendo con la mirada puesta ya en la cima.
El último tramo de subida se hizo algo más difícil, estaba lleno de nieve y eso hacía que costara un poco más andar, pero continuamos hasta la cima sin parar. Una vez arriba lo primero que hicimos fue contemplar en silencio la maravilla que nos rodeaba. No podíamos hacer más que agradecer al Señor la oportunidad que nos daba de observar la Creación desde lo alto. Miráramos donde miráramos, nos quedábamos impresionadas.
Tras un ratito de oración, cantamos el himno y comimos por patrullas para recuperar toda la energía que habíamos gastado en la subida. Y después de un breve descanso jugamos todas juntas en la cima.
Después de tantas risas, hicimos la rxp (reunión por patrullas) en la que tratamos la máxima montañera “un montañero siempre dice la verdad”. Tuvimos la gran suerte de poder celebrar Misa en la cima junto a los montañeros y a las montañeras mayores, y al terminar, comenzamos la bajada huyendo de la niebla, si no nos caímos toda faltó muy poco. El último tramo, antes de llegar de vuelta a Cercedilla, lo hicimos rezando el Rosario a nuestra Madre. Llegamos al colegio muy contentas y agradecidas del día que habíamos tenido, deseando contar en casa todo lo que nos había pasado.
Paloma, subjefa.