Por fin llegó el momento de la excursión de enero. Después de unas navidades geniales en familia y un largo mes de enero, la tan esperada primera excursión de este 2018 ya estaba aquí. Estuvimos todos a las nueve de la mañana para coger los autobuses y dirigirnos todos juntos a la zona de Navacerrada, la cual no esperaba llena de nieve para un gran día.
Una vez llegados a nuestro destino y fuera del autobús, tardamos poco en coger una bola de nieve y tirársela al primero que viéramos. Después de un par de bolazos de nieve y estar todos listos, nos dispusimos a calentar un poco para evitar molestias en la subida. No salimos hasta que estuvimos todos bien abrigados hasta las orejas ya fuese por el frio o por el miedo a que te colasen nieve por el cuello de la camisa.
Después de haber calentado nos dispusimos a subir por patrullas cada una con su jefe. Como estaba todo nevado se hacía algo más complicada la subida, pero todos los chicos subieron genial sin excepción, con alguna que otra paradilla para reagruparnos un poco y otras más duraderas para tomar algo y coger fuerzas.
Después de un rato de subida llegamos a una zona increíble en la que todos la vimos con buenos ojos para hacer lo que todos queríamos, lanzarnos bolas y tirarnos en los trineos que llevábamos. Así que paramos y cada uno se fue a hacer lo que más le apetecía, ya fuese tirar bolas de nieve, tirarse en trineo o ponerse a hacer un muñeco de nieve.
A continuación de ese fantástico rato llego la hora de bajar un poco para encontrar una zona buena donde no hubiese demasiada nieve para no empaparnos y poder comer y dar la RxP tranquilos. Después de dar la RxP y comer en patrullas tuvimos otro rato de juego con los trineos y la nieve hasta que llegó la hora de coger los autobuses y volver hacia el Mater.
Una vez llegados al mater tuvimos misa junto a todos los grupos de montañeros en la que pudimos dar gracias del fantástico día y despedirnos hasta la próxima actividad de montañeros.