Un domingo más hemos tenido la suerte de salir a hacer «un poco de lio».
Pasamos la mañana en el Ensanche, en el cole Stella Maris, donde nos estamos reuniendo últimamente.
Comenzamos como se debe, con un ratito de Exposición del Santísimo junto a la parroquia, en la que prepararon un ratito muy bien cuidado, que nos ayudó a ponernos delante del Señor y llenarnos de lo importante.
Después vimos cómo la Iglesia se llenaba de familias y vivimos todos juntos la Misa del domingo, en el que el padre Álvaro nos habló especialmente de la preparación a la Semana Santa con la idea del «desierto». Con ayuda de los dibujos que hay en la parroquia, el padre nos explicó que, si Jesús mismo fue al desierto, nosotros con mucha razón necesitamos nuestros pequeños «desiertos» personales.
 Esta vez, hemos tenido la suerte de que vinieran a acompañarnos en este día de Misión la familia Ayún. Al acabar la Misa, tuvieron una charla con familias de la parroquia sobre el Apostolado en la Familia. Lo que pudimos estar con ellos, nos supieron transmitir el espíritu misionero que llevan dentro y la necesidad que tenemos de hablar de Cristo, en la circunstancia en la que cada uno estemos. Con sencillez, pero atentos de escuchar lo que el Señor nos pida.
Esta vez, hemos tenido la suerte de que vinieran a acompañarnos en este día de Misión la familia Ayún. Al acabar la Misa, tuvieron una charla con familias de la parroquia sobre el Apostolado en la Familia. Lo que pudimos estar con ellos, nos supieron transmitir el espíritu misionero que llevan dentro y la necesidad que tenemos de hablar de Cristo, en la circunstancia en la que cada uno estemos. Con sencillez, pero atentos de escuchar lo que el Señor nos pida.
 Mientras los padres estaban reunidos, otro grupo estuvimos jugando con los niños, y con ese día de solazo disfrutamos un montón. Terminamos con una catequesis sobre los sacramentos. Con ejemplos, paciencia y risas, esperamos que se quedaran con las ideas importantes.
Mientras los padres estaban reunidos, otro grupo estuvimos jugando con los niños, y con ese día de solazo disfrutamos un montón. Terminamos con una catequesis sobre los sacramentos. Con ejemplos, paciencia y risas, esperamos que se quedaran con las ideas importantes.
Después de esta mañana solo podemos agradecerle a la Virgen que nos deje ser sus manos visibles, y le pedimos que nos ayude a serlo a su estilo, que es sencillo y tremendamente generoso.
