EXCURSIÓN NAVIDEÑA 27 DE DICIEMBRE

En plenas fechas navideñas, tuvimos nuestra famosa excursión de navidad la cual siempre suele recordarse por el frío, el mal tiempo, la nieve en la montaña, la guerra de bolas de nieve entre niños y niñas… Pero este año, Dios quiso regalarnos un día espectacular con un sol más típico de otras fechas, sin nieve, lo que nos favoreció a la hora de andar y sin frío. De hecho, muchos la recordaremos por subir en manga corta la montaña en pleno diciembre.

Como en todas las excursiones, salimos del colegio a eso de las 9 de la mañana con los típicos retrasos por tener que madrugar en Navidades hacia La Peñota (cima a la que subimos). Después de nuestro calentamiento completo (hasta los niños calentaron las orejas para escuchar bien a sus jefes) y del ofrecimiento de obras comenzamos a subir la citada cima en silencio para acercarnos a Dios a través de la oración típica del peregrino: andando con el Señor.

Hicimos varias paradas a lo largo de la subida ya que íbamos a un ritmo muy bueno gracias a que no había nieve para llegar a la vez que las niñas. Una vez en la cima, hicimos otro silencio, el famoso silencio de cumbre para agradecer a Dios por la excursión y hacer un rato de oración.

Es verdad que hizo calor durante la excursión mientras vas andando, pero al llegar a la cima y estar parados, hizo falta ponerse unas cuantas capas para evitar quedarse frío con el viento fresco de la cima. Decidimos, entonces, bajar de la cima para poder comer con una temperatura más agradable y en un lugar menos abrupto para poder realizar luego los juegos y la rxp (reunión por patrullas en la cual se trata un tema que en este caso hablamos del Bautismo).

En cuanto a los juegos, los niños, en primer lugar, improvisaron una gran batalla de piñas la cual fue muy divertida en la que también participaron algunos jefes. Como dice el dicho montañero: “A falta de nieve, buenas son piñas”. Después se jugó al típico pistolero.

Finalmente, volvimos a los autobuses para volver al colegio donde tendríamos el momento más importante: la misa. Este día se tuvo que hacer en el colegio por varias razones: la primera fue que el Padre Luis no pudo venir con nosotros por enfermedad y, segundo, porque en estas fechas con el horario de invierno, anochece muy rápido y es más complicado organizar la misa en la montaña. Así, de esta manera, cerramos, de nuevo, otra gran excursión donde destacaron varios montañeros, que, aun con heridas, subieron la montaña sin poner una sola pega.

Atentamente,

Un montañero.