Verano en Valvanera

El día 1 de julio llegamos todas las montañeras mayores al aparcamiento del colegio con mucha ilusión y ganas de empezar el campamento. Cargamos el autobús y salimos hacia Valvanera. Durante el viaje aprovechamos para conocer a las demás un poco más y descansar para el campamento tan completo que íbamos a empezar. Llegamos al monasterios de Valvanera a la hora de comer. Comimos picnic y nos repartieron las habitaciones por patrullas. Después, rezamos juntas el Rosario y nos explicaron la ambientación del campamento. También tuvimos que elaborar nuestro grito de patrulla para gritarlo todas las mañanas en el izado con ilusión y con fuerza para empezar bien el día.

A la vez que merendamos hicimos nuestra primera RXP, y el tema del que iban a hablar era explicar las distintas frases de nuestro himno. Más tarde tuvimos nuestra primera misa en Valvanera donde uno de los monjes, el padre Gabriel, nos explicó las partes de la Eucaristía y nos hizo comprender el significado de muchas de ellas que a veces no prestamos atención y son de gran valor.

Después tuvimos el primer arriado con el que dábamos por iniciado el campamento. Fuimos a cenar y tuvimos un juego por patrullas con distintas pruebas como, por ejemplo, ver quién daba más toques con el balón, adivinanzas o carreras de sacos. Y por último nos fuimos a dormir para coger energía para la explo del día siguiente.

Día 2:

El segundo día fue día de Explo. Empezamos el día izando las banderas y haciendo el ofrecimiento de obras. Este año la Explo ha sido un poco distinta. Era una competición entre patrullas compuesta por varias pruebas y la patrulla que las ganaba era la que se encargaba de guiar la excursión. La primera prueba la hicimos en el campamento, y era un pañuelo, después varias adivinanzas y la más divertida fue construir una tienda de campaña, con los medios que nos daba la naturaleza, en 30 minutos. Para aprovechar más el día en la montaña hicimos una pequeña excursión a un valle donde comimos. Bajamos rezando el rosario al monasterio, merendamos y tuvimos tiempo para preparar nuestra primera velada del campamento. Arriamos las banderas, fuimos a cenar y nos lo pasamos fenomenal viendo las distintas actuaciones de todas las patrullas.

Día 3:

Después del día de la Explo, que nos ayudó tanto a las jefas como a las niñas a meternos de lleno en el campamento y en su ambientación, tocaba día de campamento. El primer día de campamento empezó con mucha emoción. No era un día normal, sino el primer día de liga deportiva acompañado además de un taller algo más especial y distintos a los que solemos hacer siempre.

El inicio de la liga deportiva empezó con mucha competitividad e ilusión. Como siempre hacemos, cada equipo inventó su grito, a cada cual más creativo y gracioso.

Después de comer, recibimos al padre Carlos ya introducidas en la tarde del perdón. Este taller consistía en una tarde de recogimiento y “silencio” enfocada a ver y mirar nuestra vida con los ojos De Dios. Haciendo un eje cronológico con cada uno de los acontecimientos que a lo largo de nuestra vida nos han ido marcando y haciéndonos las personas que somos hoy. Y en base a esto, agradecer y pedir perdón. Además, para quienes quisieran, estaban los monjes y el padre Carlos confesando.

¡Fue un día muy bueno y completo que nos ayudó mucho a todas! Terminamos el día, como siempre hacemos con un examen de conciencia.

Día 4:

El cuarto día hicimos nuestra primera excursión. Desayuno rápido de marcha, preparamos las mochilas y empezamos primero, ofreciendo el día. La excursión fue larga y un poco dura, pero al llegar a la cima todo esfuerzo mereció la pena. Tuvimos la suerte de tener Misa en la cumbre, que a los montañeros nos encanta para así poder contemplar a Dios por medio de la naturaleza.

Después de la acción de gracias comimos por patrullas. Y en seguido nos pusimos en marcha de vuelta al campamento, aprovechando ese rato para rezar el Rosario. Nos duchamos, preparamos la velada y cenamos.

La velada fue muy divertida. Todas las patrullas conseguimos sacar el lado mas imaginativo de nosotras para que así fueran las veladas graciosas. Y así fueron. Después de muchas risas y bailes, nos fuimos a la cama a descansar para recargar fuerzas para la liga deportiva del día siguiente.

Día 5:

Amanece un nuevo día de campamento. A las 7:45 estamos en pie las de 1º de bachillerato y las jefas para los puntos de oración de todas las mañanas. Es el segundo día que contemplamos la cima de la mirada, y en concreto la frase de la Virgen de “Haced lo que Él os diga”. Después de eso nos hemos terminado de despertar con la gimnasia, que cuesta empezar pero siempre acabamos disfrutando. Y después del izado y de ofrecer el día hemos ido a desayunar.

Al terminar, hemos preparado cada una la RxP del día, ordenado la habitación y nuestros cargos del día. Había que prepararse bien porque a las 10:30 ha empezado nuestra liga deportiva, donde hemos sacado nuestro lado más competitivo dando todo por el equipo.

En cuanto ha terminado la liga deportiva, hemos alternado RxP y duchas y después hemos tenido misa, que tenemos la suerte de tener todos los días. Luego hemos comido y descansado, y a las 15:25 había que estar puntuales para rezar el Rosario todas juntas.

La tarde ha empezado con el taller. Hoy entre todas hemos iniciado el montaje de las andas para llevar a la Virgen cuando hagamos el Rosario final en procesión, y alguna se ha manchado un poco con la pintura. Mientras, hemos tenido turnos de vela y acabado la tarde con formación, las de 1º con las amarillas sobre la donación y las de 4º con las azules, y después de arriar banderas hemos ido a cenar y a prepararnos para el juego.

El juego de esta noche ha sido exterior, como si estuviéramos en unos recreativos, y nos hemos reído bastante intentando meter a toda una patrulla entera en un cuadrado cual sardinas enlatadas. Aunque estábamos bastante activas, hemos tenido que recogernos para ver el vídeo con la ambientación para mañana y hacer el examen de conciencia por patrullas.

Día 6:

Hoy toca levantarse un poco antes, es día de excursión. También hoy cambiamos de cima, y empezamos a contemplar la de la verdad. Los puntos de oración de la mañana nos han ayudado a reflexionar sobre los hitos, y sobre cuál es la verdad verdadera.

Nos hemos puesto las botas, hemos hecho la mochila, y después de un desayuno rápido hemos izado y directamente empezado a andar en silencio. Al poco de echar a andar, ha empezado a llover y nos ha costado un poco encontrar el camino, pero a pesar de un principio difícil ha sido una excursión preciosa, sin calor, y hemos conseguido subir hasta la cima. Gracias a la lluvia estaba todo muy verde, y hemos podido celebrar misa en la cumbre. Después de comer y descansar un poco, hemos tenido una charla muy interesante del padre Carlos sobre Ideología de Género, que era muy necesaria. El silencio de cumbres ha cerrado nuestro ratito en la cima, y hemos empezado a bajar. Durante la bajada, como siempre, íbamos rezando el Rosario por patrullas, y pensando la velada de por la noche.

Al llegar a Valvanera, hemos merendado, nos hemos duchado y hemos dado los últimos retoques a nuestra velada para que todo saliera perfecto, y después de arriar y cubrirnos con el manto de la Virgen mientras rezábamos por cada patrulla, hemos ido a cenar.

Para la velada, cada patrulla tenía un continente y una virtud que representar con la que evangelizar a la gente de ese continente. Ha habido desde musical, hasta teatro e incluso algún poema. Pero el día no podía acabar sin saber cómo iba la Eurocopa que, a pesar del resultado, hemos disfrutado mucho.

Día 7:

A las 7:45 ha sonado el despertador y, como todos los días hemos dado los puntos de oración para empezar el día. Seguimos con la cima de la mirada. Que miremos a Jesús como Ella lo haría. Después de la gimnasia y del izado ha empezado nuestro día: desayuno, tiempo de orden, liga deportiva y RxP. Y antes de comer hemos podido oír misa y comulgar.

Nuestra tarde ha empezado de la mejor forma, rezando todas juntas el Rosario delante de nuestra Virgen Mater Salvatoris, y luego cada patrulla se ha puesto manos a la obra porque había que terminar los últimos talleres. Hemos disfrutado mucho con el taller favorito de muchas: el de cocina, además de terminar las andas para la Virgen y de preparar murales que sirvieran de fondo para la velada de mañana. Mientras, hemos tenido turnos de vela para acompañar a Jesús durante la tarde. Luego hemos terminado la última formación, que nos ha ayudado mucho, y hemos acabado la tarde recogiendo el día en el arriado.

Después de cenar, hoy tocaba juego interior, y ha sido muy divertido porque una de cada patrulla tenía que adivinar una palabra según lo que decían las demás, con varias rondas donde hemos visto mímica y juegos de palabras y nos hemos reído mucho.

Por último, para acabar bien el día, hemos visto el vídeo con la ambientación para mañana y nos hemos reunido cada patrulla para hacer juntas nuestro examen de conciencia.

Día 8:

Este día, como los demás días de excursión, nos levantamos un poco más pronto para aprovechar el día y así evitar el calor en la subida. Después de desayunar rápido y casi con la magdalena en la mano, nos pusimos en camino. Esta excursión fue muy especial porque nos acompañaba el padre Valentín, monje del Monasterio.

Durante la primera parada, de forma totalmente improvisada nos pusimos a jugar al pañuelo, al salto en potro y a las carretillas; juegos de toda la vida que siempre acaban en risas y que nos recuerdan lo fácil que es ser feliz con nada.

Después, en la segunda parada, tuvimos la oportunidad de escuchar el testimonio del padre Valentín, que desde que apenas tenía 13 años, sintió que su vocación era esta y no dudó nunca, a pesar de su edad, de que el Señor le llamaba. Además, nos contó la historia de la Virgen de Valvanera y el origen del Monasterio. Fue un verdadero gusto escuchar sus respuestas, de corazón a corazón, a las preguntas que le hacíamos. A continuación, al llegar a la cima celebró misa y después, nos pusimos a comer.

Después de comer, hicimos una actividad que nos ayudó mucho a prepararnos para ser subjefas, que consistió en que nos dividimos en dos grupos de dos patrullas cada uno y cada grupo tenía que organizar un juego para las montañeras pequeñas de 6º y 1º de la ESO, poniéndonos en el contexto de una primera excursión en la que las niñas no se conocían y otra situación en la que estaban pasando frío y ese juego haría que entrasen en calor. La verdad que fue un reto el ponerse de acuerdo todas y organizar un juego que cumpliese con los requisitos, pero a la vez fue muy divertido y nos ayudó a unirnos unas con otras.  Después, la bajada fue bastante más rápida y fácil, aunque tuvimos que hacer un poco malabares para esquivar los helechos y a nuestras amigas las garrapatas.

Al llegar al Monasterio, por la tarde, hicimos una pequeña procesión con la Virgen en las andas que habíamos construido nosotras mismas días atrás ¡fue precioso y muy emotivo! Después de la cena tuvimos el insuperable juego que todas esperamos con ansias… Rommel y Montgomery, con la suerte de que pudimos jugar con el cielo estrellado de fondo. Y después por fin a la cama, cansadas, pero como siempre dice el padre Carlos, esa es la señal de que hemos dado lo mejor de nosotras.

Día 9:

Este día de campamento fue un día de despedida, pues aunque nosotras no supimos nada hasta esa noche, era el último día que dormíamos allí, ya que al día siguiente nos marchábamos a Pirineos y a Javier. No podíamos imaginar las sorpresas que nos esperaban al día siguiente ¡el factor sorpresa en montañeras siempre presente!

Por la mañana, tuvimos la final de la jornada deportiva, con cierta tensión en el ambiente y ganas de ganar cueste lo que cueste.

Antes de comer tuvimos misa, y ya por la tarde, disfrutamos de un momento muy especial ya que tuvimos una hora santa todas juntas donde renovamos las promesas de la Congre: aspirantes y congregantes.  Después, tuvimos la última formación en la que todas pusimos en común todo lo que nos llevábamos de este campamento y lo que más nos había gustado. Para acabar el día, tuvimos la entrega de insignias y el arriado y la velada final en la que se recordó que nuestra misión, la de cada una, en nuestra vida concreta y nuestra futura profesión, una misión apasionante y única ya que es también lugar de apostolado. Nos lo pasamos muy bien con los disfraces y teatros que las patrullas habían preparado. Y después del examen de conciencia del día, nos fuimos a la cama para poder coger con ganas el día siguiente.

Día 10:

El sábado madrugamos bastante para celebrar misa con los monjes a las 5:00. Al acabar la misa, los monjes se despidieron de nosotras y les dimos las gracias por estos magníficos días que habíamos pasado en Valvanera.

Con un poco de pena por dejar Valvanera pero a la vez con mucha alegría  por a donde nos dirigíamos, nos subimos en el bus para ir a Rioseta. Al llegar, no subimos mucho porque las vistas ya eran alucinantes desde abajo. Sin embargo, nos paramos en una llanura fascinante que estaba llena de lirios y de fondo podías ver unas montañas impresionantes. El sitio idóneo para parar a comer y hacer el talent show en el que descubrimos muchos talentos ocultos de las montañeras. Después de todo este día, todavía quedaba lo mejor, ¡ir a Javier! Este año estábamos más emocionadas que nunca porque fue completamente una sorpresa.

Al llegar a Javier, entramos por patrullas para ver al Cristo sonriente. Después fuimos a un albergue que estaba tan cerca que se veía el castillo. Esa noche tuvimos la última cena del campamento y vimos la película de los mártires de Barbastro. Al acabar, nos fuimos a la capilla para la vela de pañoletas.

La hora santa empezó con la bendición de las pañoletas que estaban puestas en el altar de forma cuidadosa a los pies del Santísimo. La vela de pañoletas es un momento muy especial y emocionante que vivimos siempre con mucha ilusión. Y a pesar de nuestro cansancio físico, Dios en la vela nos dio la fuerza que necesitamos para tener energía al día siguiente. Durante la noche, nos turnamos para hacer al Santísimo.

Día 11:

La entrega de pañoletas fue todavía más emotiva al poder realizarla en Javier junto a nuestro patrono. Además, nos situamos en el sitio perfecto. De frente podíamos ver el castillo y justo detrás nuestro estaba la imagen grande de San Francisco Javier. Después de la emocionante entrega de pañoletas, cantamos el himno con todas las estrofas y con más fuerza que nunca.

Ahora tocaba el gran juego que fue decisivo para la liga de puntos ya que íbamos todas las patrullas muy empatadas. El gran juego tuvo una ambientación preciosa basada en todas las cimas que habíamos conquistado en este campamento. Era un risk en el que cada continente era una cima y también era un juego relacionado con la estrategia. Al final, todas disfrutamos un montón y cada una dio lo máximo de sí misma. Aunque solo una patrulla podía llevarse el premio de la liga de todo el campamento y fue la patrulla 4.

Finalmente, nos invitaron a misa a una misa de jóvenes en Sangüesa. Y al acabar la misa nos subimos al bus con rumbo a Madrid.