Crónica del 20 de abril de 2013
Queridas misioneras y queridos/as congregantes:
Qué gran día pasamos el sábado! Personalmente creo que fue una jornada llena de experiencias irrepetibles que hemos sido muy afortunadas de vivir…
Primero empezamos el día ofreciendo todas nuestras acciones a Dios y a la Virgen, cada una por sus propias intenciones y a la vez todas juntas para glorificar a Cristo siendo instrumentos suyos durante el día que nos esperaba.
Después vimos un video del transcurso del grupo misioneras a lo largo de este año, con fotos y música, que nos trajeron muchos recuerdos de todos los momentos vividos, incluyendo los de años pasados. No sé si seré yo, pero con cada video que veo me emociono más y me entran más ganas de formar parte de algo tan grande!
Después del video tuvimos una reunión por grupos en la que tratamos el tema de los brazaletes, su verdadero significado, el significado de pertenecer al grupo y comprometerse con él, además de la responsabilidad que conlleva cada brazalete. ¡No es algo para enseñar de manera arrogante ni para aparentar! Todo lo contrario, es un compromiso en el cual te haces más pequeño y servicial cuanta más responsabilidad tienes o más “alto” es tu cargo.
Cada grupo con sus jefas fue a un lugar diferente de Madrid a ayudar, nosotras fuimos a Sanitas y acompañamos durante unas horas a las personas mayores que ahí se encuentran, pero la verdad es que parecía que ellos eran los que nos hacían compañía a nosotras, contándonos historias, haciéndonos reír e incluso nos recitaron alguna que otra poesía… y lo mejor de todo es que lo hacían sonriendo en todo momento.
Al volver nos esperaba una gran sorpresa, las jefas habían organizado una buenísima comida sobre el tema del día: “Las misiones en el mundo”. Cada mesa con comida típica de un continente y un cartel inmenso que en letras rojas ponía: “Misioneras en todo amar y servir”, todo decorado…!Todo un lujo! Comimos de maravilla.
A continuación tuvimos la suerte de poder escuchar a Paloma Luján y a Miriam Ortiz; a Paloma probablemente muchos la conozcáis ya, puesto que pertenece a congregación. Ambas son profesoras de educación infantil del colegio. Nos dieron una conferencia sobre cómo tratar a los niños, (que cada uno es diferente y hay que saber valorarlos a todos, la importancia de los juegos, que son como una esponja y que se fijan en todo lo que nosotros hacemos…) y muchas cosas muy útiles para nuestras salidas a casas cunas y centros con niños.
Participamos en un juego divertidísimo en el que pudimos cantar, bailar y perder totalmente el sentido del ridículo.
Después llego el momento más importante del día, la entrega de brazaletes.
La madre Allende nos dio unos puntos de reflexión que cada una estuvimos meditando durante unos minutos. Seguidamente una de las misioneras que iba a recibir brazalete amarillo nos dio su testimonio (a mí personalmente me encanto, fue muy natural y cercana al hablar y en algunos momentos me pude ver identificada con cosas que decía…)
Poco a poco, en cada una, iba creciendo la emoción del momento y las ganas de entregarnos a este ideal tan grande que implican las misiones, crecía el deseo de en todo amar y servir y la certeza de que la Virgen nos acompañara en todo momento.
¡Se entregaron siete brazaletes blancos y nada más y nada menos que cinco amarillos! Cada uno con su correspondiente promesa. Para terminar las jefas organizaron un homenaje a nuestras queridas madres que nos acompañan y ayudan siempre siendo pilares imprescindibles en el grupo.
En resumen, todas y cada una de nosotras nos llevamos algo de este gran día, pudimos coger fuerzas para llevar a cabo nuestro lema: ¡misioneras del Mater Salvatoris, en todo amar y servir! Para mí, y creo que hablo en nombre de todas las que recibimos brazalete supuso el comienzo de una nueva vida de servicio y de amistad con el Señor guiadas siempre por la Virgen María.
(Por favor rezad por todas nosotras y sobre todo por las que acabamos de recibir el brazalete blanco para que seamos conscientes de lo que esto conlleva y cada día conozcamos y queramos más a Jesús por María.)
Teresa Luque, 1º de Bachillerato
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